El Cristo de la Sed de Cádiz, entre el rumor necesario

La Cofradía de las Siete Palabras de Cádiz transita por la Plaza de Canastas. El Cristo de la Sed se anuncia, entre el rumor necesario. La gente espera la llegada del Cristo, bajando el tono de sus conversaciones. Se escuchan, desde el fondo del callejón, los tambores. También las horquillas marcando el paso. Las vocecitas de los niños. Incluso el 'click' de una cámara de fotos. Llega el Cristo y el paso se detiene, y de nuevo se hace el rumor necesario. Ese rumor que sólo los cofrades sabemos apreciar, ese rumor que serpentea por el aire como si de incienso y azahar se tratara. El Cristo se pone en marcha y toca la Banda de Cornetas y Tambores San Juan Evangelista, de las Cabezas de San Juan. Suena la marcha "Soledad de San Pablo", una de las clásicas. Sigue la marcha, pasa el Cristo. Suena la horquilla, sin perder el ritmo, y en la maraña de notas se sigue notando el rumor necesario. Como una primavera de notas acordadas que se unieran a la Banda para ponerle el acento. Sigue el Cristo su camino, y lo seguimos con los ojos. Pasa la banda detrás. El Cristo nos sigue hablando.